ORAR CON EL CORAZÓN. Francisco I

ELLA ORABA CON EL CORAZÓN Y SI SABES ORAR, invocando el perdón de Dios SABES PERDONAR

~~~~~---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------~~~~~

Si rezas con el corazón, y no de forma mecánica, la oración ... ¡ hace milagros !

En la Biblia hay dos figuras:
Jonás ( el profeta ) y Marta ( la hermana de Lázaro ) que están unidas por UNA INCAPACIDAD idéntica;
¿ Cual ? ¡ ( La de ) que NO SABÍAN ORAR !

Para Marta, su hermana María, no hacia otra cosa que CONTEMPLAR a Jesús, y para ella, su hermana
estaba perdiendo el tiempo, y le pide a Jesús, casi en tono de reproche, que (su hermana) la ayude a servir,
en vez de quedarse a sus pies ESCUCHÁNDOLO.

Incluso le parecía también que María era tal vez un poco fantasiosa:
« Mira que ... quedarse ahí, mi hermana, mirando al Señor como si fuera una niña fascinada ...? »

Pero María escuchaba al Señor, y oraba, quedándose contemplando ¡ a quién la quiere ! y por eso
"había elegido la mejor parte".

Ella oraba ¡ con su corazón !

Y el Señor, a nosotros con la respuesta que le dio a Marta, nos dice también hoy :

" Quién elige la oración, elige la mejor parte, porque la primera tarea en la vida es ¡ la oración !".

Pero no la oración de palabra, como si fuéramos unos loros, sino la oración del corazón:
La (oración silenciosa, de quietud) de mirar al Señor, escuchar al Señor, pedir al Señor.

¡ Sabemos que la oración hace milagros !
¡ Incluso en una ciudad como Ninive, cuya destrucción era inminente !
Y sin embargo, se salvan ...
PORQUE CREEN a la profecía de Jonás, Y SE CONVIERTEN del primero al último,
INVOCANDO EL PERDÓN DIVINO CON TODAS SUS FUERZAS. ( ¡ Orando ! )

Pero podemos dirigirnos a Dios que nos quiere redimir, con una actitud equivocada como la que tenía 

Jonás, porque ¿ acaso podemos contemplar su justicia, sin ver en nosotros primero 

su misericordia ?

O nos puede pasar como a Marta tan inclinada como estaba a realizar un servicio que excluía

la interioridad. Realizaba un servicio estupendo ... ¡ PERO NO REZABA !

Y también Jonás, como era un justiciero, pensaba:
" ¡ Se lo merecen ! ¡ Se lo han buscado !" ¡ Y profetizaba, si, pero NO ORABA !
No pedía perdón al Señor por ellos. Sólo los golpeaba.

¡ Jonás es figura de los justicieros, de aquellos que se creen que tienen la razón !
Y al final del relato, se ve que era un hombre egoísta, porque cuando el Señor salvó Nínive,
por la oración del pueblo, él se molestó con el Señor:
‘¡Eres siempre así . Siempre perdonas!’.

Por lo tanto, en la oración también existe la tentación de que pueda ser o transformarse
sólo en una fórmula sin corazón, realizada con pesimismo o sin fe, y más inclinada a contemplar 

una justicia sin perdón.

Son las tentaciones de las que el cristiano debe siempre resguardarse para llegar a elegir

 “la mejor parte”:
( ¡ Contemplar a quién te quiere ! )

También nosotros cuando no oramos, lo que hacemos es cerrarle la puerta al Señor.

Y no orar es esto, cerrar la puerta al Señor, para que Él no pueda hacer nada.

En cambio, la oración, ante un problema, una situación difícil, o una calamidad,
es abrirle la puerta al Señor para que venga.

Porque Él rehace las cosas, sabe arreglar las cosas, acomodar las cosas.

Orar por esto, abrir la puerta al Señor, para que pueda hacer algo.

¡Pero recordemos que si cerramos la puerta, el Señor no puede hacer nada!

Pensemos en esta María que eligió la mejor parte y nos hace ver el camino,
¡ cómo se abre la puerta al Señor !

FRANCISCO I       (  9 / 10 / 13  )