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jueves, 13 de junio de 2013

Tú eres sabio. ¿Lo sabes?

Tú eres sabio. ¿Lo sabes?


Mar Cantero Sánchez
Escritora y Coach

¿Nunca has escuchado o sentido tu 
sabiduría  interior? Seguro que sí. Pero
a veces estamos  tan inmersos en lo 
cotidiano y la rutina de la vida que nos 
es difícil sentir que somos sabios en el 
fondo de nosotros mismos. 
¿Si quieres tomar una decisión o necesitas un
consejo, a quién preguntas? ¿Sueles confiar
en los demás, más que en ti mismo? ¿Necesitas
siempre que sea otro quien te guíe?
En ocasiones, todos sentimos que hemos
perdido el rumbo, sin embargo, debes saber
que las respuestas a tus preguntas están
dentro de ti.
Es posible recuperar la capacidad de sentir de
nuevo esa sabiduría interna que todos
poseemos y que todos sabemos que tenemos.
No te engañes más a ti mismo. Decide escucharla
y sentirla, y la sabiduría volverá a florecer en tu
día a día cuando lo necesites.
Todos nos encontramos a veces, en momentos en los que parece que nada de lo que
hacemos, nos sale bien.
Quizá, ese momento de desorientación que estás viviendo, sea para que empieces a tener
en cuenta tu propia sabiduría, tu sabiduría interior. Cuando no saber qué decisión tomar y
alguien te dice que escuches a tu corazón, se refiere a que, hagas lo que hagas, te ocupes
de seguir tu felicidad. Esto puede parecer en principio un tanto imposible, sin embargo no
lo es, si tenemos en cuenta que la felicidad es un estado que nosotros elegimos, en lugar de
creer que nos viene dada por la providencia. Pero la sabiduría interior no está solo para
tomar decisiones, sino que está presente en cada uno de los pasos que damos en nuestra
vida.
Si aún no has conseguido conectar con tu guía interna, es importante que te pares a
percibir lo que sientes. Cualquier síntoma, negativo o positivo, es una llamada de atención,
incluso los síntomas físicos. Si te duele el estómago cuando piensas en algo que te preocupa,
o se te acelera el corazón, puede significar que vas por el camino equivocado. Si no puedes
dormir o tienes pesadillas, es probable que el estrés te esté indicando que algo no va bien,
pues si no, estarías relajado. No tener las cosas claras, tener dudas y temores, es un síntoma
de que no estás teniendo en cuenta lo que quieres hacer realmente, sino que solo estás
racionalizando la situación.
Solemos creer que para tomar una decisión, lo mejor es intentar racionalizar la situación.
Escribir una lista de pros y contras puede ayudarte mucho, pero en ella no te olvides de
incluir las sensaciones que percibes. No es posible tomar una decisión, del tipo que sea,
sin tener en cuenta tus propias sensaciones, puesto que son señales inequívocas del camino
que debes tomar, ya que son enviadas por tu subconsciente, para llamar tu atención sobre
algo de lo que no te habías percatado conscientemente. 
Si ya sabes como funciona tu sabiduría interior y comprendes qué actitud tomar para ser
capaz de escucharla, sólo te queda probar. Implicarte en tu propia vida y arriesgarte a seguir
tu propia sabiduría, es el último paso. Actuar según lo que te dicen, la mente y el corazón,
ahora que ya sabes que trabajan unidos, es cuestión de atreverse. Y como todo en la vida,
se trata de una práctica que has de repetir hasta demostrarte a ti mismo que estás en lo cierto,
que no necesitas preguntar hacia fuera sino hacia dentro, porque en ti están todas las
respuestas. Después, solo te queda esperar mientras observas qué ocurre. Es hermoso
probar a vivir según lo que sabes interiormente y descubrir una nueva forma de dirigir tu vida,
porque al hacerlo sientes que tú controlas, que llevas las riendas de tu día a día, y que eres
el único responsable de tu felicidad.
Pero cuida de no volverte demasiado impaciente, pues la sabiduría interior no entiende de
prisas, aunque tampoco tarda mucho en manifestarse cuando crees realmente en ella.
Confiar es la clave, en ti mismo y en que sabrás lo que quieres y es mejor hacer, en cada
momento. 
Extracto de artículo publicado en la revista Psicología Práctica.

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