Cuando ocurre ALGO VERDADERAMENTE NUEVO respecto a lo de todos los días... nos quedamos perplejos,
llenos de dudas, y nos preguntamos:
«¿Qué es lo que ocurre?», «¿qué sentido tiene todo esto?» (cf. Lc 24,4).
Nos quedamos parados, no lo entendemos, no sabemos cómo afrontarlo.
A menudo, LA NOVEDAD nos da miedo, también la novedad que Dios nos trae, la novedad que Dios nos pide.
Somos ... como los apóstoles del Evangelio:
Muchas veces PREFERIMOS MANTENER nuestras seguridades, PARARNOS ante una tumba, pensando en el difunto,
que en definitiva sólo vive en el recuerdo de la historia, como los grandes personajes del pasado.
Muchas veces PREFERIMOS MANTENER nuestras seguridades, PARARNOS ante una tumba, pensando en el difunto,
que en definitiva sólo vive en el recuerdo de la historia, como los grandes personajes del pasado.
En nuestra vida TENEMOS MIEDO de las sorpresas de Dios.
( Y resulta que ...) Él nos sorprende siempre.
¡ Dios es así !
¡ Dios es así !
(Por eso ...) ¡ No nos cerremos ... A LA NOVEDAD que Dios quiere traer A NUESTRAS VIDAS !
¿Estamos acaso con frecuencia cansados, decepcionados, tristes; ...sentimos el peso de nuestros pecados, ...
pensamos no lo podemos conseguir?
pensamos no lo podemos conseguir?
¡ No nos encerremos en nosotros mismos, ... no perdamos la confianza, ... nunca nos resignemos !
Si nos abrimos a él, ¡ NO HAY SITUACIONES QUE DIOS NO PUEDA CAMBIAR!, no hay pecado que no pueda perdonar!
LA NOVEDAD DE DIOS ... que ( hoy ) se presenta ante los ojos ... de todos nosotros, ES LA VICTORIA sobre el pecado, sobre el mal, sobre la muerte, SOBRE TODO LO QUE OPRIME LA VIDA, y le da un rostro menos humano.
Y este es un mensaje para mí, para ti, querida hermana y querido hermano.
Cuántas veces tenemos necesidad de que el Amor nos diga:
«¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?»
«¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?»
Los problemas, las preocupaciones de la vida cotidiana, tienden a que nos encerremos en nosotros mismos,
en la tristeza, en la amargura..., y es ahí donde está la muerte.
en la tristeza, en la amargura..., y es ahí donde está la muerte.
¡ No busquemos ahí a Aquel que vive !
ACEPTA entonces ... QUE JESÚS RESUCITADO ENTRE EN TU VIDA, acógelo como amigo, ... con confianza:
¡Él es la vida!
ACEPTA entonces ... QUE JESÚS RESUCITADO ENTRE EN TU VIDA, acógelo como amigo, ... con confianza:
¡Él es la vida!
Si hasta ahora has estado LEJOS DE ÉL, da un pequeño paso:
te acogerá con los brazos abiertos.
te acogerá con los brazos abiertos.
Si eres indiferente, acepta ARRIESGAR:
no quedarás decepcionado.
no quedarás decepcionado.
Si te parece DIFÍCIL SEGUIRLO, no tengas miedo, confía en él, TEN LA SEGURIDAD de que él está cerca de ti,
está contigo, y te dará LA PAZ que buscas y LA FUERZA para vivir como él quiere.
El recuerdo constante del camino recorrido ... recordar lo que Dios ha hecho por mí, por nosotros, este " hacer memoria " es muy importante para nosotros... porque es así ... ( al hacer memoria del camino recorrido)
como superamos el temor y la perplejidad que nos produce la novedad de la resurrección de Jesús
cuando nos es anunciada y es este recuerdo el que nos abre el corazón de par en par a la esperanza para el futuro.
cuando nos es anunciada y es este recuerdo el que nos abre el corazón de par en par a la esperanza para el futuro.
Por eso, aprendamos siempre... a hacer memoria ( recordar con gratitud ) ( de ) todo aquello que Dios
ha hecho en nuestras vidas.
ha hecho en nuestras vidas.
Pidamos al Señor que nos haga partícipes de su resurrección:
–> Que nos abra a su NOVEDAD QUE TRANSFORMA, a las sorpresas de Dios, tan bellas;
–> que nos haga hombres y mujeres capaces de hacer memoria de lo que él hace en nuestra historia personal y la del mundo;
–> que nos haga capaces de sentirlo como el Viviente, vivo y actuando en medio de nosotros;
–> que nos enseñe cada día, queridos hermanos y hermanas, a no buscar entre los muertos a Aquel que vive. Amén.
–> que nos haga hombres y mujeres capaces de hacer memoria de lo que él hace en nuestra historia personal y la del mundo;
–> que nos haga capaces de sentirlo como el Viviente, vivo y actuando en medio de nosotros;
–> que nos enseñe cada día, queridos hermanos y hermanas, a no buscar entre los muertos a Aquel que vive. Amén.
FRANCISCO I ( Vigilia Pascual; 30 / 3 / 13 )
El texto completo ( sin resumir) lo tienes aquí :
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130330_veglia-pasquale_sp.html
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130330_veglia-pasquale_sp.html
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