¿Como te valoras?
¿Cuál es la varilla
con la que mides el valor
de ti misma?
¿Es porque otros
te reconocen,
reconocen tu existencia,
tus capacidades?
¿Es por la cantidad
de amor gratuito
que has recibido, y
que te ha sido donado?
¿Y es justa y realista
la visión que tienes hoy
de ti misma
el aprecio y valoración
que haces de tu ser?
Sí. Es verdad.
A mi me importas
y para mi eres valiosa.
Pero esto no es nada
comparado al corazón de DIOS
cuando te mira.
Hoy importas
y eres alguien muy valiosa
porque eres alguien
muy querida para Dios.
¿Se puede tener por alguien
un amor mayor?
Y si tan querida eres...
¿porque no te aceptas?
¿porque te desprecias?
¿porque no le buscas
e intentas al menos escucharle,
y conocerle siempre mejor?
Tú eres porque Él te quiere
porque desea tu felicidad,
porque desde toda la eternidad
quiso crearte y pensó en ti.
Y viéndo tu tristeza
tus sufrimientos
y tu soledad,
no quiso dejarte sola,
no te abandonó.
Porque eres su hija,
porque nada de lo que padeces
le deja a él indiferente.
El es tu garante,
tu defensor,
tu salvador,
tu redentor,
y tu verdadera vida,
vivida en toda su plenitud.
Autor: Javier Galdeano
¿Cuál es la varilla
con la que mides el valor
de ti misma?
¿Es porque otros
te reconocen,
reconocen tu existencia,
tus capacidades?
¿Es por la cantidad
de amor gratuito
que has recibido, y
que te ha sido donado?
¿Y es justa y realista
la visión que tienes hoy
de ti misma
el aprecio y valoración
que haces de tu ser?
Sí. Es verdad.
A mi me importas
y para mi eres valiosa.
Pero esto no es nada
comparado al corazón de DIOS
cuando te mira.
Hoy importas
y eres alguien muy valiosa
porque eres alguien
muy querida para Dios.
Y tan preciosa ,
como para sufrir por ella,
como para morir por ti.
como para sufrir por ella,
como para morir por ti.
¿Se puede tener por alguien
un amor mayor?
Y si tan querida eres...
¿porque no te aceptas?
¿porque te desprecias?
¿porque no le buscas
e intentas al menos escucharle,
y conocerle siempre mejor?
Tú eres porque Él te quiere
porque desea tu felicidad,
porque desde toda la eternidad
quiso crearte y pensó en ti.
Y viéndo tu tristeza
tus sufrimientos
y tu soledad,
no quiso dejarte sola,
no te abandonó.
Porque eres su hija,
porque nada de lo que padeces
le deja a él indiferente.
El es tu garante,
tu defensor,
tu salvador,
tu redentor,
y tu verdadera vida,
vivida en toda su plenitud.
Autor: Javier Galdeano
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