LA FRAGILIDAD, FUENTE DE TERNURA. Francisco I

LA FRAGILIDAD, FUENTE DE TERNURA
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¿ Cómo reacciona el corazón del Padre ante un hijo herido, enfermo,
desorientado o frágil ?
¿ Es acaso con él frío, lejano, distante, insensible, indiferente ?

« Iré en busca de la oveja perdida y conduciré al ovil a la extraviada;
vendaré a la herida; fortaleceré a la enferma;
a la que esté fuerte y robusta la guardaré; la apacentaré con justicia. »

El Señor nos ama con ternura.
El Señor sabe la bella ciencia de las caricias.

La ternura de Dios, no nos la expresa sólo de palabra;
Él se aproxima ... y estándonos cerca ...
nos da su amor con toda la ternura posible.

Cercanía y ternura son las dos maneras del amor del Señor,
que se hace cercano  ... y nos da todo su amor también
en las cosas más pequeñas ... y lo hace con ternura.

Sin embargo, no por ello deja de ser un «amor fuerte»,
porque cercanía y ternura nos hacen ver la fuerza del amor de Dios.

Y aunque pueda parecer una herejía, ¡ más difícil que amar a Dios ...
ES DEJARSE AMAR POR ÉL !

Nosotros, el único modo que tenemos de restituir a Él tanto amor ...
es abrirle el corazón ... y dejarnos amar por él.

FRANCISCO  I          ( 7 / 9 / 13 )
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