La base de toda curación es el perdón.
La eliminación por decisión propia, de la ira y la rabia provocadas por las heridas que nos han causado personas o sucesos, curará tambien el daño que nos hemos hecho a nosotros mismos. Siempre que hay la necesidad de curar, existe la necesidad de perdonar.
El perdón es el camino que nos conduce a la sanación.
Es una meta muy difícil de lograr, para ello tómate tu tiempo, quizá por ti mismo/a logres perdonar parcialmente, pero si no logras perdonar del todo, no sanarás totalmente ni te liberarás de esa carga tan pesada; si es así no te apures eres un ser humano y muchas veces utilizando únicamente tu voluntad es prácticamente imposible lograrlo; entonces debes recurrir al poder de Dios, tratar de comprender y entender con los ojos de Dios, que nos mira y observa a todos con infinita bondad, desde la perspectiva del Amor y rogarle que te conceda ese Don, con la oración, que te conceda la capacidad de poder perdonar; ello te transportará a la liberación de tantos sentimientos negativos que tanto han transformado tu personalidad. No tienes porqué intentar lograrlo rápidamente, no se trata de una carrera, nadie te va a premiar por ello, el auténtico premio lo vas a sentir en tu interior con la llegada de la paz en tu corazón y en tu alma, y cuando suceda esa será tu mayor alegría y sentirás el gozo de haber conocido el poder del Amor de Dios, que no nos abandona cuando se lo solicitamos con fuerza, aunque sea desde nuestra debilidad y desesperanza y sentirás que te ha ayudado y no te ha abandonado. Después te llegará la gratitud y una sensación de seguridad en esa paz con la que te sentirás fuerte y seguro/a ante la persona o personas o sucesos que te han dañado; por lo que podrás afrontar tu situación emocional incluso ante su presencia y tomar medidas o aceptar los hechos, para poder seguir adelante.
Hay muchos textos que hablan de esto...uno de ellos lo encontrarás pulsando este enlace:
http://paraticanto.blogspot.com.es/2012/11/lo-que-ocurre-al-pedir-perdon.html
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